Mi novio y yo exploramos el mundo del porno amateur

Para que os podáis hacer una idea, quizá querríais ver este vídeo de humor para comprobar cómo se quedó mi novio el día que le hice mi terrible confesión:

Bueno, al fin que lo que tenía que decirlo tampoco era tan terrible, y por supuesto no se me ocurrió hacerle una putada así, aunque tampoco le hubiera impactado demasiado saber que veía porno amateur online; en todo caso, se hubiera extrañado de que lo hiciera solas, cuando los dos hemos disfrutado de intensas sesiones de sexo después de andar mirando pornografía casera por internet. Pero de cualquier forma, quise hacer las cosas bien, y confesarle lo que andaba tramando hacía algún tiempo, para que no se llevara una sorpresa.

Cuando le conté que estaba andando los pasos para hacer carrera en el mundo del porno, y que quería empezar haciendo pinitos con videos x amateur, se portó como todo un campeón, y recordé por qué había decidido empezar a salir con él y seguía haciéndolo. Es un tío estupendo, que nunca me ha impuesto nada ni me lo ha prohibido, más bien al contrario, siempre me ha dejado volar alto y a mi ritmo; y esta vez no fue diferente. Sonrió, me abrazó, y me dijo que lo que hiciera estaba bien; y acto seguido me propuso por qué no empezar en ese mismo momento, y con él como compañero de reparto.

Aunque en realidad sabía que a él le encantaría participar en este proyecto, no las tenía todas conmigo, así que fue un alivio y una alegría asegurarme de que así era. Y en ese mismo momento nos pusimos manos a la obra: buscamos webs porno donde aceptaran videos amateur, buscamos en páginas tipo Youtube maneras de subir estas grabaciones, y en general investigamos todas las opciones antes de ponernos realmente con el meollo del asunto.

Porque, por un momento, a ambos nos entró un poco de pudor. Curioso, ¿no?, pensábamos, porque no había día que nos viéramos y acabáramos follando como descosidos, pero sin embargo, no era lo mismo si pensábamos que nos iba a estar grabando una cámara. Increíble, ¿no? Fue entonces cuando comprendí que esa carrera pornográfica que había elegido quizá no fuera tan coser y cantar como había imaginado, y que esta era una buena manera de averiguar si en realidad tenía lo que tenía que tener para trabajar en ella y subir hasta lo más alto como era mi intención.

Al final, decidimos que un buen lugar para grabar un video casero de sexo era un hotel. ¿Por qué?, os preguntaréis. Porque allí todo podía ser más impersonal, y si algo no iba bien o no nos sentíamos cómodos con lo que estábamos haciendo, siempre podíamos dar marcha atrás y olvidarnos de ello, sin que nuestros espacios  objetos personales se hubieran involucrado en ello.  Y en la próxima ocasión os contaré cómo pasó todo.

Mi primer casting porno a la vuelta de la esquina

Hola amig@s, lo prometido es deuda, y esta vez por partida doble. No sólo he vuelto para escribir, sino que además en este tiempo en que no he escrito, he estado haciendo varias gestiones para, como os dije, convertir mi sueño de ser actriz porno en realidad.

Lo primero fue hablar con varios amigos que tenían conocidos en el mundo del porno español. La verdad es que ahí no me dieron muy buenas perspectivas, pues me aseguraron que porno en nuestro país estaba en horas bajas, y no por falta de creativos o profesionales, que los hay y muy capaces; sino porque la industria del cine para adultos se está desmantelando poco a poco, y ya no hay salas para la proyección de películas x (sólo quedan tres en toda España), ni distribución física para su consumo (Internet había acabado con eso). Sin dudarlo, todos ellos me recomendaron que me lanzara en la categoría amateur xxx, y que subiera mis propios videos caseros a cualquier portal web.

No es que haya echado en saco roto sus consejos, pero decidí que quizá tendría que investigar un poco más, y me aventuré a presentarme en varias agencias de modelos eróticas. No han sido muchas, ya que tampoco vivo en una gran urbe, ni tampoco las conozco todas al dedillo; pero por suerte, en una se quedaron con todos mis datos, y me aseguraron que pronto me llamarían para hacerme una prueba, asegurándome que tenía muchas posibilidades para entrar en ese negocio.

Siempre he soñado con ser una de esas jovencitas putas que aparecen en los videos porno y se tiran al primero que se les pone por delante a la menor excusa, pero parece que, por de pronto, voy a tener que esperar. Mientras hago tiempo para ver si me llaman de la agencia, voy a explorar eso de los videos caseros, aunque para eso se me plantea un dilema que no sé cómo resolver: informar a mi novio de mis próximos planes.

¿No os he contado que tengo novio? Pues sí, desde hace un par de años, que sabe muy bien de mis aspiraciones en el cine para adultos, pero al que no he hecho partícipe de mis movimientos de estos últimos días. La verdad es que no sé muy bien para entrarle para explicarle el tema, máxime cuando él trabaja fuera y sólo nos vemos los fines de semana en estos últimos meses. Como nunca fue algo que fuera a surgir en un futuro próximo, no sé exactamente qué opinión tendrá de todo esto, pero el momento ha llegado. Pienso que una solución sería no decirle nada y realizar esta incursión en el porno a sus espaldas; pero no me parece bien, y además, si tengo que grabarme en un hipotético vídeo de incesto porno, siempre será mejor hacerlo con él que con un desconocido, o peor, tirar de alguien de mi familia (no creo que fuera tan lanzada como para esto).

Sé que mi chico me apoyaría en muchos proyectos en mi vida, pero en éste en especial no estoy segura. Claro que, si triunfo en este mundo como es mi intención, a ver cómo le escondo a qué me dedico cuando me vea abierta de piernas en cualquier revista erótica, o peor, follando con algún maromo en una pelicula porno. Mi idea es que esto se convierta en mi forma de ganarme la vida, porque también me encantaría ser una de esas tías buenas que aparecen en los videos de maduras. Sé que no tengo más remedio que hablarlo con él, y la verdad es que por un lado me apetece, pero por otro siento que lo mismo no puede aceptar que finalmente me acabe dedicando al cine xxx.

Estamos a martes 14 de febrero, Día de los Enamorados, y mientras escribo esto veo que me ha escrito un sms al móvil, más cachondo que romántico eso sí, contándome las ganas que tiene de verme, lo mucho que me quiere y lo que me hará en cuanto nos veamos (eso me lo guardo, no seáis cotillas). Tengo aún cuatro días por delante para que eso pase, así que veré de qué forma se lo explico para que no se convierta en un problema entre nosotros.

Y a todo esto, ¿habéis hecho vosotros realidad vuestros sueños, o al menos estáis dando pasos para intentarlo? Ya veis que las cosas se pueden ir consiguiendo si se pone el corazón en ellos, y aunque surjan obstáculos, el intento merece la pena, os lo puedo asegurar.