Puede ser que la idea que he tenido venga con varios días de retraso, pero oye, nunca es tarde si la dicha es buena, jeje. La verdad es que me he levantado esta mañana, y he pensado que era un buen momento para pensar en los propósitos del nuevo año, y lo primeo que se me ha ocurrido es empezar este blog para hablar de ello, ¿no es alucinante?
Hace unos días leí por algún lado que la gente empieza a hacer una lista de los cambios que quiere hacer en su vida nada más terminar las campanadas de Nochevieja, y que sin embargo, tarda unas tres semanas en dejarla tirada sin haber cumplido ni uno solo de los objetivos que escribió en ella. Así que quizá, rompiendo esa barrera temporal, yo pueda realizar algunos de los míos.
Lo que sí quiero dejar claro desde el principio es que yo soy una persona de las que piensan que, si uno quiere, no hay imposibles. Ya sé que suena a frase de canción romántica, pero es la verdad si uno lo coge en plan general, claro, y no va al detalle. Difícil ser jugador de la NBA si mides un metro y medio y no eres capaz de abarcar el balón, pero esto no tiene por qué ser literalmente así, y de todas formas siempre nos hará sentir bien el haberlo intentado y conseguir al menos terminar un partido de forma decente.
Y es que la actitud siempre es un plus en todo lo que emprendamos, y es importante el decirnos que nosotros podemos, siempre podemos. Yo, por ejemplo, estoy decidida este año a convertirme en una estrella porno; podéis quitar vuestra cara de asombro, no es una tontería que se me acaba de ocurrir, pues ya llevo un tiempo pensándolo y este año voy a dar el gran salto.
Durante mis años de universidad me hicieron una oferta desde una productora de cine para adultos, pero en aquellos momentos no me veía capacitada para tamaño proyecto. Sin embargo, creo que no me faltan aptitudes, tengo un cuerpo que sin ser espectacular puede llamarse atractivo, una cara bastante agradable y siempre doy muy bien en cámara. Así que he pensado que este es mi momento, ahora sí tengo la seguridad suficiente para lanzarme a esa aventura, y no dudéis en que al menos lo voy a intentar.
Y no olvidéis que, en todo lo que queráis emprender, siempre habéis de seguir el mismo proceso. Pensad si tenéis las herramientas necesarias para aquello que deseéis hacer, y si es así y las suficientes ganas de conseguirlo, no tengáis dudas: el universo será vuestro en menos que canta un gallo, y vuestros sueños se harán realidad
Y si no, siempre os quedará la satisfacción de saber que lo habéis intentado con todas vuestras ganas.